El alto consumo de sal escondida en alimentos procesados está asociado a la hipertensión y enfermedades cardiovasculares de alto impacto en la salud pública, concluyeron hoy la OPS, Organización Panamericana de la Salud y la OMS, Organización Mundial de la salud, tras presentar hoy sus conclusiones preliminares de estudio aplicado en trece países de América Latina y el Caribe sobre los resultados recolectados en más de trece mil alimentos.
Hoy día los consumidores saben que comer demasiada sal es malo para la salud, gracias a las campañas de organizaciones como WASH, World Action on Salt and Health, por sus siglas en inglés y ALASS, Acción-Latinoamerica de Sal & Salud, y otras asociaciones civiles. El gran problema es que la sal está oculta en muchos de los alimentos procesados, incluso en algunos que no necesariamente tienen un sabor salado, y que forman parte de nuestra comida cotidiana.
Actualmente, en varios países de la región, el 75% de la sal que se consume, proviene de alimentos procesados como: Pan, sopas secas y líquidas, fideos en caldos, mayonesas, bizcochos y galletas, tortas, cereales para el desayuno, queso y derivados procesados, mantequilla y lácteos, aperitivos, pasta para consumir a largo plazo, cruda y seca, especias para el arroz, condimentos de carne y pescado, cubos en polvo para consomés, entre otros.
La evidencia muestra que los hábitos alimentarios formados en la infancia y adolescencia influyen en los patrones de alimentación en la edad adulta. Apetecer la sal y los alimentos salados es una preferencia aprendida por el sabor salado. Por esta razón, es vital que los niños no desarrollen un gusto por la sal. Un alto consumo de sal durante la niñez puede influir en la presión arterial y puede predisponer a un niño para desarrollar una serie de enfermedades como la hipertensión, osteoporosis, cáncer de estómago, obesidad y enfermedades respiratorias tales como el asma.
Argentina, Brasil Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago fueron los países participantes en el estudio.
elpacientecolombiano preguntó en webinar organizada por la OPS,OMS a Mary R.L´abbe, representante de la PAHO CANADÁ por qué Colombia no participó en el proyecto y nos respondió: «Se invitaron a todos los representantes de América Latina y el Caribe, todos fueron tenidos en cuenta. Hubo un plazo para responder y no lo hicieron. Algunas veces los países no proporcionan los datos por cambios de gobierno o porque se pierde la información en el proceso de jerarquización de ésta».
Es pertinente que en Colombia se concientice a padres y madres, restaurantes, colegios y público en general sobre los efectos del consumo de sal para la salud y que en un futuro participemos como país a través de la consolidación de los datos en proyectos como éste, que busca generar mejores políticas en salud pública.