Por Luz Elena Grisales
La asbestosis y el Mesotelioma son causados por el Asbesto. También es llamada la «Muerte Blanca». Dicen que es la sustancia más inmoral con la que se ha hecho trabajar a la gente. Está presente en miles de formas en nuestra vida cotidiana y por esto es un problema de salud pública.
La Asbestosis es causada por la inhalación de las fibras del Asbesto.Hoy día hay evidencia científica de la toxicidad y letalidad del asbesto. La única posibilidad para su regulación es la prohibición. Pero sobre todo, la prohibición es solo el comienzo.
Son previsibles y conocidos los resultados por la exposición a éste. cáncer de pulmón, tumores laríngeos y trastornos malignos del tracto gastrointestinal.
También es numerosa la evidencia científica que lo demuestra: Para marzo de 2007, en The Lancet, el Doctor Ro-Ting Lin y sus colegas analizaron la experiencia de 33 países, y demostraron que el consumo nacional de asbesto, después de un periodo de latencia de 30-40 años, se traduce inexorablemente en un número proporcional de muertes por mesotelioma y asbestosis.
¿Qué es la Asbestosis?
Ha sido una de las enfermedades características del siglo XX. Es una enfermedad respiratoria provocada por la inhalación de fibras de asbesto o amianto, partículas microscópicas, invisibles para el ojo, que se alojan en los alvéolos pulmonares.
La asbestosis es letal, grave, progresiva, irreversible y de larga duración. A menudo va acompañada de obstrucciones y restricciones respiratorios.
La asbestosis puede existir también sin síntomas. Muchos enfermos que la tienen no lo saben. Es progresiva, que puede seguir empeorando el cuerpo aunque éste ya no esté en contacto con el asbesto.
¿Cuáles son sus Síntomas?
- Dificultad para respirar.
- Falta constante de aliento.
- Tos persistente.
- Rigidez torácica.
- Dolor torácico.
- Pérdida de apetito.
- Sonido seco en los pulmones cuando la persona inspira.
El asbesto también puede producir fibrosis retroperitoneal (RPF). Ante la hipótesis sobre el posible papel del asbesto en su desarrollo y basándose en su capacidad para causar fibrosis en el tejido pulmonar y pleural, los resultados mostraron que la exposición al asbesto en el trabajo es un factor causal importante para FPR y debe considerarse una enfermedad profesional.
La exposición a las fibras de amianto se produce en primer lugar en las minas de amianto, las industrias de moler, las hilaturas donde se procesa el amianto, las de materiales de la construcción, la fabricación de refractarios, las industrias automovilística y naval, entre otras.
Igualmente, la población que vive cerca de una de estas industrias adquiere asbestosis simplemente por inhalar las fibras en suspensión en la atmósfera.
¿Cuáles son las fuentes de Asbesto?
Ha sido integrado en una multitud de aparatos: hornos, estufas, cocinas, sartenes, calderas, planchas y tablas de planchar, encimeras, griferías, refrigeradores, calentadores de agua, motores y alternadores, vehículos (frenos, embragues, juntas), equipos ferroviarios, barcos, aviones, aparatos eléctricos, componentes utilizados en las obras públicas (canalizaciones) y en los edificios (placas de cielo raso, puertas de ascensores, válvulas corta-fuegos, juntas, tabiques, entre otros.
Actividades, que conllevan un riesgo fuerte de exposición al asbesto, como la destrucción de antiguos buques, se llevan a cabo en países en los que la mano de obra es muy barata.
No existe consenso sobre los niveles adecuados de exposición, señala Raja Flores, profesor de cirugía torácica en la Escuela de Medicina de Icahn, el Monte Sinaí, Nueva York, NY, EE.UU.. «Hay informes contradictorios acerca de los niveles de exposición a las sustancias cancerígenas como el amianto o asbesto. Además, se utilizan diferentes técnicas, que pueden conducir a informes contradictorios «.
En un análisis profundo y con muchos registros documentales, Geoffrey Tweedale revela en «del Mineral Mágico al Polvo Asesino» el escándalo surgido en el Reino Unido por el uso del Asbesto.
El libro se basa en un millón de páginas de documentos que fueron descubiertos por el el Chase Manhattan Bank (Chase) contra Turner y Newall (T∧N), una corporación multinacional dominante en la explotación de Asbesto.
Del Mineral mágico al polvo asesino es un estudio del típico caso de crimen corporativo. Allí se cuenta cómo una empresa dominante en una industria extremadamente peligrosa logró traspasar los costos sanitarios y económicos de la empresa a los trabajadores y a la sociedad por muchas generaciones.
El pasado 9 de Junio de 2016, el Proyecto de Ley 097 de 2015 Senado “Por el cual se prohíbe la producción, comercialización, exportación, importación y distribución de cualquier variedad de asbesto en Colombia”, fue hundido en debate.
Para la directora del Instituto Nacional de Cancerología, Dra. Carolina Wiesner,
El asbesto debe prohibirse por ser uno de los carcinógenos más importantes que causa la mitad de las muertes asociadas a cáncer ocupacional. Tras un análisis con el Ministerio de Trabajo, se hizo una evaluación de trabajadores expuestos.
Hay 92.210 expuestos a las diferentes fuentes de asbesto como la minería, producción de asbestos cementos, productos de fricción, talleres de industria automotriz y otros”.
Las enfermedades debidas a la exposición al asbesto tienen un largo período de latencia, a veces de más de 30 años. Así, la proyección de las estadísticas de mortalidad por asbesto en los países desarrollados que prohibieron su producción durante la década de los noventa (Alemania, Francia, Gran Bretaña) mostrarán el pico de mortalidad alrededor del año 2025.
Sorprende que en Colombia aún no esté prohibido. El traslado de industrias sucias desde países desarrollados, donde la legislación, más estricta, es férreamente controlada, hacia los países más pobres, donde prima la debilidad de los sistemas de regulación y control facilita la radicación de tecnologías contaminantes.
Así vemos cómo Canadá, Estados Unidos, la Unión Europea y otros prohíben terminantemente la explotación y uso del asbesto, mientras que aumenta su producción y consumo en países de Asia (China, India), África (Zimbabwe) o Latinoamérica.
Las siguientes son algunas conclusiones en su contexto científico real:
– El asbesto es un reconocido cancerígeno y no hay umbral para un cancerígeno.
– No hay uso seguro del asbesto y la morbimortalidad no ha decrecido. Se ha incrementado.
– Hay alternativas menos peligrosas y no son válidas las políticas de doble Standard.
Estados como Colombia, tienen la responsabilidad de enfrentarse a esta catástrofe de salud pública en su territorio como resultado de las utilizaciones pasadas y presentes de este material peligroso. Tienen el deber moral de detenerlo y asumir sus consecuencias.
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