De Sci.Dev.Net. Radar Latinoamericano: La vida sin antibióticos: Por Javier Cruz
Debido al abuso de antibióticos, “Si no actuamos ya, cualquiera puede ir al hospital en 20 años por una cirugía menor, y morir por una infección ordinaria que no puede ser tratada con antibióticos” afirmó Sally Davies, médico en jefe del gobierno de Gran Bretaña.
El Homo sapiens se manufacturó dos problemas colosales por dejar de ejercer su característica distintiva: la racionalidad. Póngase a prueba: Imagínese llevando a su hijo al médico, con un cuadro típico: fiebre, respiración incómoda, malestar general. ¿Toleraría una receta final sin antibióticos? Probablemente no.
Jesús Silva, del Instituto Nacional de Salud Pública, de México, dijo que los médicos ceden a las presiones de los pacientes: “La madre se calma cuando el médico prescribe un antibiótico, y si no lo hace, va a buscar otro médico, hasta que le dé uno”.
Otros investigadores detectaron que, en ese país, “entre el 60 y 80% de los pacientes con infecciones respiratorias agudas recibían antibióticos…. cuando en realidad su uso se justificaba sólo en 10 a 15% de los casos”.
El “problema colosal” es la resistencia a antibióticos desarrollada por microorganismos.
La dimensión anecdótica es simple. Desde que la industria farmacéutica sintetizó antibióticos masivamente en el siglo XX, infecciones bacterianas potencialmente letales cedieron por la toma de antibióticos por unos días.
Pero pronto lo ordinario devino extraordinario: algunas bacterias dejaron de ser víctimas pasivas y se hicieron inmunes al antibiótico. “Todos los tipos de microbios —y también muchos virus y parásitos se están haciendo resistentes a los medicamentos”, dijo en abril de 2015 Keiji Fukuda, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Este es el problema más importante en el ámbito de las enfermedades infecciosas hoy”.
La Irracionalidad: el “complicante” universal
El desarrollo de resistencia a antibióticos es un ejemplo espectacular de evolución. La ingesta de antibióticos supone un cambio ambiental extremo para las bacterias, algunas de las cuales son muy susceptibles a estos compuestos, otras no tanto; el tratamiento elimina a la mayoría, pero quedan las más resistentes. Su número puede ser bajo y no causar síntomas, pero están ahí, reproduciéndose. En términos evolutivos, estas bacterias resistentes fueron seleccionadas.
Este proceso natural es inevitable. Pero el uso irracional de antibióticos magnifica el resultado. Si el médico receta una dosis subóptima, o si el paciente es indisciplinado con el tratamiento, las bacterias sobrevivientes serán mayormente las resistentes, sin la competencia de las susceptibles, ya eliminadas.
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