El terrorismo tiene múltiples consecuencias en la salud mental. Los investigadores han demostrado cómo las víctimas y sus familiares presentan una importante proporción de trastornos afectivos, ansiedad y abuso de sustancias, con una prevalencia superior a la de la población general.
El terrorismo tiene consecuencias que van más allá de los afectados, ya que se extiende hasta la descendencia. Las alteraciones producidas en el cerebro de los afectados facilitarían la transmisión intergeneracional del trastorno, ya que condicionarían el ambiente prenatal.
Tras actos de terrorismo encontraron que las víctimas presentan trastornos psicológicos que precisan atención especializada, incluso veinte años después de los sucesos vividos.
Incluso, las psicopatologías son superiores en las víctimas de el terrorismo que en los pacientes de atención primaria. La historia de Juana es similar a la de miles de colombianos:
Tiene setenta años, tristeza, depresión, ansiedad, come poco y es adicta al maltrato de su pareja porque siente que es normal y que se lo merece. Es pesimista sobre todo lo que le pasa en la vida. No ve noticieros porque cada vez que lo hace revive el atentado terrorista.
Cuando tenía veinte años la mayor parte de su familia murió en un atentado con bomba que colocó la guerrilla. Vive «refugiada» en casa de unos familiares y cada tres meses acude a terapia con una trabajadora social.
De otra parte, en el estudio Hacia la comprensión neurocientífica del Trastorno por Estrés Postraumático en las Víctimas del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, concluye que :
La composición del líquido amniótico se vería afectada por el estrés derivado del evento traumático, así como por la exposición a contaminantes ambientales liberados durante el atentado.
Las consecuencias del Terrorismo y «La Noche de las Víctimas»
Otro estudio riguroso es el de “La Noche de las Víctimas”, una investigación sobre el impacto en la salud, de la violencia colectiva en el País Vasco – llamado (ISAVIC).
Itziar Larizgoitia, una de las investigadoras afirma:
lo que estamos demostrando es que aunque las víctimas sufrieron la violencia hace más de quince años llevan todo ese tiempo sufriendo problemas psicológicos.
¿Qué sienten en su momento y hasta veinte años después las víctimas de un acto terrorista?
La irrupción de la violencia en sus vidas ha provocado en los afectados un choque emocional intenso que ha dejado en ellos profundas huellas de dolor.
La mayoría sufre desde entonces secuelas que afectan su rutina diaria y lesiones tan invalidantes que llegan a incapacitarles prácticamente en todas las dimensiones de su salud.
Los daños son evidentes a nivel emocional y social. Aquí se dan importantes limitaciones en la capacidad para relacionarse y desarrollar proyectos.
Las consecuencias del terrorismo y el TDEP- Trastorno de Estrés Postraumático
¿Un problema de salud mental pública en Colombia no visibilizado?
La Asociación Psiquiátrica Americana define el (TEPT) como un trastorno que puede ocurrir en personas que han experimentado o presenciado un evento traumático, como un desastre natural, un accidente grave, un acto terrorista, guerra, combate, violación u otro asalto personal violento.
Los actos de terrorismo son la causa más común de trauma que resulta en trastorno de estrés postraumático.
El Terrorismo y los desplazados
Recientemente en Colombia fue distinguida l investigación sobre el Trastorno de estrés postraumático en los desplazados internos de Colombia: un estudio ecológico.
El estudio evidenció una incidencia de TEPT significativamente mayor entre los desplazados internos, en comparación con la población general en los mismos territorios.
Es relevante destacar que Colombia tiene el mayor número de desplazados del mundo.
Las Consecuencias del terrorismo en la salud mental
El terrorismo produce en sus víctimas diversas consecuencias. Ellas hablan de experiencias:
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No tengo interés en las actividades del día a día, incluso con aquellas que me resultaban placenteras.
- Tengo sentimientos de inseguridad respecto a mi presente y futuro.
- Siento ataques de pánico, la sensación de no poder respirar e incluso, la sensación de que puedo morir, ante situaciones que me recuerdan lo que me pasó.
- Tengo episodios depresivos, con desánimo, frustración, tristeza excesiva y, en ocasiones ideas suicidas.
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Perdí un familiar en un atentado.
Constantemente siento que valgo poco.
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Tras el atentado siento que no encuentro mi sitio o que no encajo en mi entorno.
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Frecuentemente tengo estados de ira y agresividad. Esto me impide llevar una vida normal.
- Abuso de alcohol, así huyo de los recuerdos.
El terrorismo y sus consecuencias en el presente y futuro de los colombianos
Para Charles Nemeroff, jefe del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Miami, en su conferencia Estrés, Trauma y Violencia, el problema se agrava cuando las víctimas no son atendidas oportunamente:
Los pacientes vienen a nosotros cuanto ya presentan manifestaciones clínicas: tienen psicosis, están traumatizados, deprimidos, suicidas, pueden tener problemas de memoria. Ya tienen daños en su respuesta al estrés y cambios en el hipocampo que afectan el aprendizaje y la memoria.
El Dr. Rodrigo Córdoba considera que la salud mental es una preocupación:
En ese sentido sin duda la psiquiatría ofrece una comprensión más amplia de los trastornos mentales. Esto lleva al afán de formar de manera más amplia y profunda al recurso humano en salud mental.
El fascismo, neoliberalismo, el fundamentalismo islámico y estalinismo hacen parte de la centuria de las ideologías más devastadoras que ha conocido la humanidad contra la salud mental.
Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura expresó en su libro De Nuevo, el Amor su percepción al respecto:
Sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos ser, pero la verdad es que, si supiéramos realmente lo que somos, entonces sabríamos lo que podríamos ser. Y pregunto ¿cuánta gente podría soportarlo?
El terrorismo ha afectado a los colombianos por décadas. Por esto, requerimos de mayor inversión y más recurso humano en salud mental: terapistas, psicólogos y psiquiatras, que frente al desasosiego de los miles de colombianos estén sólidamente formados y dispuestos a cobijar, contener y acompañar.
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Luz Elena Grisales